Nuestro futuro en nuestras manos: el caso de la Cooperativa SOBREF en Túnez


La Cooperativa SOBREF es una cooperativa de reciente creación en Túnez, que se organizó inicialmente como una Sociedad de Responsabilidad Limitada (SRL).

SOBREF Ltd. a la Cooperativa SOBREF


A finales de 2001 se creó la empresa SOBREF SARL. En ese momento era una próspera empresa de bordados en la ciudad de Mahdia, una ciudad de la región costera de Túnez, bien conocida por su larga experiencia en la industria textil. SOBREF se convirtió en líder indiscutible del bordado en Túnez y en el extranjero. A esta historia de éxito contribuyeron casi 150 empleados, la mayoría de los cuales eran mujeres.

En 2016, sin embargo, la empresa estaba a punto de quebrar, debido a la falta de medios, a la maquinaria anticuada y a las deudas acumuladas. La mayor parte de las deudas consistían en salarios impagados. Los empleados acudieron a los tribunales, que fallaron a su favor. Con la ayuda del sindicato local, se llegó a un acuerdo entre los trabajadores y el antiguo director general, para no dejar que la empresa fracasara; las deudas se convirtieron en capital y los trabajadores pasaron a ser accionistas.

Para reanudar las operaciones de la empresa y obtener los fondos necesarios, se inició la búsqueda de una forma jurídica adecuada. En retrospectiva, esto supuso el inicio de la transformación de la empresa, que pasó de ser una sociedad de responsabilidad limitada a estar constituida como cooperativa.

El principal argumento a favor de una cooperativa era su forma de gobierno sostenible.

Un proceso de transformación exitoso


Mahdia es la gobernación administrativa situada a unos 200 km al sur de la capital, la ciudad de Túnez. La región es conocida por su amplio y exitoso sistema de cooperativas, principalmente agrícolas. También se pueden encontrar cooperativas industriales, así como algunos ejemplos de sinergias exitosas entre las cooperativas y el sector privado.

Si bien sólo cuenta con el 3,75% de las cooperativas agrícolas del país, Mahdia contiene el 20,6% de todas las personas cooperativistas del país, con la tasa de miembros más alta (593 por cooperativa, frente a 105 como tasa nacional).
Todos estos factores han contribuido al éxito de la transformación de SOBREF, ya que la cultura de la cooperación estaba muy arraigada. En consecuencia, sólo se necesitó apoyo técnico y financiero específico para guiar el proceso de transformación.

Desde marzo de 2018 hasta junio de 2022, el proceso de transformación fue inscrito conjuntamente por la Unión General del Trabajo de Túnez, NEXUS (una ONG italiana), ACPP (una ONG española), Soyons-Actifs y la DGRV. Con este apoyo, la cooperativa estableció un modelo empresarial sostenible para sus miembros (al menos un 65% de mujeres), que se vieron afectados económicamente hasta la reapertura. La «nueva» cooperativa incluye ahora una guardería, una alianza con el municipio para un entorno más ecológico y un convenio con una universidad para garantizar la empleabilidad.

El sector textil en Túnez, un potencial de cooperación


En Túnez, el inicio del florecimiento de la industria textil se remonta a 1972. Se basó en una legislación especial que incentivaba a las empresas de fuera a invertir en Túnez y a relocalizar sus actividades. La proximidad al sur de Europa, así como una mano de obra disponible y asequible, fomentaron las inversiones en el sector.

Con el fin de los acuerdos multifibra en 2005, muchas empresas locales quebraron y los trabajadores (el 80% de los cuales son mujeres) se quedaron sin empleo. En este contexto, la creación de cooperativas es una opción fundamental para evitar verse afectados por el desempleo. Esto también ocurrió en la ciudad de Ksibet El Mediouni (Gobernación de Monastir): con el apoyo de una ONG canadiense y otra tunecina, un grupo de unas 50 mujeres obtuvo la licencia para crear su propia cooperativa.
En la misma ciudad hay otra cooperativa del sector textil que funciona con éxito desde 1957. Todas estas historias de éxito han contribuido a reducir las desigualdades, a luchar contra el desempleo y a garantizar un trabajo digno, principalmente para las mujeres.

La DGRV tiene el objetivo de apoyar estos ejemplos de buenas prácticas en el futuro, fortaleciendo el sector cooperativo tunecino de abajo hacia arriba.

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